Nos levantamos temprano, para poder encender el horno de leña, que tiene su origen en la casa de un panadero. Elegimos la leña de encina y comenzamos el proceso.
Son las 8.30 de la mañana y encendemos el horno para que se empiece a calentar. Tenemos que esperar que el horno alcance 200 grados para poder introducir el cordero lechal segoviano en cazuela de barro. Trabajamos la cocina al fuego vivo con leña de encina, lo que hace que la carne tenga un olor y gusto especial, dado que en ningún momento se genera humo y debido a la calidad de la leña utilizada.
Nuestro cordero lechal pesa aproximadamente 5kg o 5.5 kg y solo lo acompañamos de agua y sal.
Transcurren las dos primeras horas mientras se va haciendo al calor del horno, cuando toca darle la vuelta y añadirle un toque más de sal. Introducimos de nuevo nuestro cordero en el horno de leña tradicional y nos esperan dos horas más. Todo ello siguiendo la tradicional receta de cocina segoviana y de Castilla y León.
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